La
Virginidad es un tema, que en algunas culturas sigue siendo un tabú, quizá en
las menos colonizadas por la innovación tecnológica, las que aún mantienen sus
raíces más vivas que nunca. Sin embargo, en las que no, hay un descontrol o una
necesidad precoz de conocer la sexualidad y no sólo eso, vivirla al máximo, a
veces sin conocimiento de las consecuencias que ello acarrea.
Es por ello
que los jóvenes de hoy en día son más hormonales que nunca, esto, debido a
factores externos, como la moda, programas de televisión, series y en mayor
medida la música, (en América y Europa el dancehall o hip-hop), en
Latinoamérica, el reggaeton, un género musical que nació hace, alrededor de 15
años, donde sus letras degradan a la mujer e incitan al sexo explícito y sin
medida. Es así como jóvenes que apenas inician su adolescencia y hasta niños,
son educados, por el reggaeton que hace que: “donde reine hormona, no mande
neurona”, pero no se le debe achacar todo a este género, también la alta tasa
de padres jóvenes e inexpertos ayudan a que esta situación esté más viva que
nunca, por lo tanto la sociedad tiene gran culpa en esta problemática.
Evidentemente
es una experiencia que llegará, aunque el temor de los padres se avive con cada
año que cumpla su hijo adolescente, siempre llegará el momento, sin embargo,
ese momento está siendo apresurado por la falta de valores que ha hecho que el
reggaeton se convirtiese en pilar fundamental de la educación sexual de los
adolescentes.
No hay que
negar que existen padres que sueñan con ver a sus niñas llegar vírgenes al
matrimonio, madres que sueñan comprar un blanco vestido de novia que denote la
virginidad de sus pequeñas y aunque sepan que después de la boda sus hijos ya
no serán castos, tendrán la satisfacción de que formaron un matrimonio y por
tanto un nuevo grupo familiar dentro de la sociedad que les rodea.
Se debe
resaltar, también que existen hombres, con la necesidad de buscar una pareja
que sea virgen para poder casarse con ella, darse ese placer de que fueron el
primero y así alimentar el machismo que la sociedad también se ha encargado de
forjar, pero ya eso se ha convertido en un imposible. Vemos chicas “recorridas”
que se han dejado consumir por el sistema, por la sociedad de la moda, que
salen embarazadas, con enfermedades como el Virus Papiloma Humano (VPH) o SIDA
o hasta se provocan abortos para evitar la pena de llevar 9 meses a una
criatura por no avergonzar a su familia.
No debemos
negar que la evolución se ha presentado en todo sentido, el hombre evolucionó
físicamente, el mundo evolucionó, la tecnología, las maneras de ver lo que acontece
también. Se habla de una igualdad en la mayor parte del mundo, aunque el Islam
sigue pisoteando y siendo despectivo con la importancia de la mujer en la
sociedad, allí el machismo sigue latente, lamentablemente es una cuestión
cultural y ancestral que no se puede olvidar de la noche a la mañana como se ha
hecho en Latinoamérica, donde si nos dejamos envolver en esa globalización y en
esa transculturización que nos hizo olvidar los valores propios y asumir otros,
que en resumen, no han dejado nada productivo para la sociedad venezolana. No
defiendo la cultura islam porque es terrible el maltrato hacia la mujer, sin
embargo admiro la protección y fidelidad hacia sus raíces.
Cabe
concluir que el ser humano ha crecido con un libre albedrío que le ha hecho
tomar decisiones tanto buenas como erradas, la idea siempre está en arriesgarse
y asumir la responsabilidad de las acciones propias. Tanto chicos y chicas de
hoy y de un futuro, decidirán qué hacer con su virginidad, si dar esa “prueba
de amor”, regalarla, esperar al matrimonio, tener una noche loca y
descontrolada con alcohol o simplemente venderla al mejor postor. Hay que
destacar que todo esto empieza desde el hogar, donde es necesario que se
acentúen los valores de comunicación y seguridad en sí mismos y en sus padres,
para poder determinar qué será lo mejor para el adolescente hormonal de hoy en
día, es bueno tener presente que: “el cuerpo es nuestro templo y no debemos
dejar que cualquiera entre ni que cualquiera le haga daño” incluso si se trata
de nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario