Amar sinónimo de entrega
Los sueños suponen una entrega total, luchar por lo que se quiere sin tener miedo al sufrimiento, sin inhibiciones siendo “libres”, porque amar es exponerse a sufrir, y aún cuando se sufre, en un futuro se mirará hacia el pasado, sabiendo que se entregó el alma y corazón a lo que alguna vez se amó sin haber sentido temor.
Paulo Coelho es un escritor de origen brasilero reconocido, pues sus obras se han caracterizado por dejar una enseñanza y reflexión sobre el individuo que busca refugio en su literatura, aunque sus libros sigan una temática lineal siempre logra atrapar y enamorar a los lectores.

La historia tiene una secuencia cronológica y tan sólo basta una semana para que ellos declaren su amor, sus miedos, sus sueños. El sábado 4 de diciembre de 1993, Pilar viaja de Zaragoza a Madrid, pues accedió a ir a la conferencia que daría su amigo de la infancia; luego de haberlo escuchado hablar sobre la entrega total, vivir sin temor a los riesgos y desde un futuro observar que sí valió la pena luchar, perseguir nuestros sueños, afrontando las desilusiones, las decepciones que muchas veces nos hacen desistir de nuestras metas. Durante la conferencia Pilar conoce más sobre la vida de su amigo, cosas que él no le había comentado por cartas sobre un concepto religión novedosa, una que ve “el rostro femenino de Dios”. El reencuentro es tenso, pero después de verse a los ojos sabían que eran los mismos niños que una vez jugaron en calles de Soria (lugar que los vio crecer).
Al día siguiente, viajan en carro a Bilbao, lugar donde será la próxima conferencia de su amigo, de su amor, durante el trayecto a la ciudad, él, de una manera infantil y enamorada, pide a Pilar que lo acompañe a esa conferencia, ella accede pues sólo sería una simple conferencia y no hizo caso a las alarmas de cuidado que daba su corazón. Él le entrega dentro de una bolsita una cadena que ella habia extraviado cuando eran niños, justo el día en el que él le iba a declarar sus sentimientos y de sus labios salió la frase que había ensayado para aquel día: Te quiero. Culminada la conferencia de Bilbao, su amigo la invita a Francia y aunque ella intenta frenar lo que ya era inevitable, él hace caso omiso a los comentarios de ella y se encaminan a la siguiente conferencia.
El lunes 6 de diciembre llegan a los paisajes franceses, la conciencia de Pilar sigue eclipsando su corazón, aún después de estar segura de que él sentía lo mismo por ella, pero se negaba a creer en los cuentos de princesas, pensaba que hoy en día las princesas besan a príncipes que luego se convierten en sapos. Él la conocía, sabía la lucha que se libraba en su corazón y la admiraba por ser tan fuerte ante el sentimiento de amor. Empezó a contarle sobre su don, a hablarle sobre La Gran Madre, La Inmaculada Concepción, quien se manifestaba por medio del agua, fuente de vida. En las calles de Saint-Savin, su amigo le habló de la historia del “Otro”, un ser dentro de cada individuo que nos ensordece ante las peticiones del corazón, calla a nuestro niño interior y no nos permite crecer.
Así pues, aquella noche Pilar decide practicar el ejercicio del “Otro” y alejar la voz de aquella mujer que controlaba sus sentimientos y le evitaba entregarse al amor, ella se sentía feliz debido a que después de muchos años volvía a escuchar a su corazón. La mañana llegó, Pilar despertó radiante sintiéndose libre de amar y sufrir, pero estaba segura de que no llegaría a sufrir, su gran amor le daba seguridad y confianza. Él le cuenta la razón por la que decidió ingresar al Monasterio para ser seminarista: su amor por ella le permitía transformarlo en amor hacía todos los hombres, ella era su fuerza y la necesitaba a su lado, el superior del Monasterio sabía que él no era feliz, ya que en su vida hacía falta Pilar, el reencuentro en Bilbao había sido planeado por el superior, puesto que su amigo de la infancia quería compartir el resto de su vida con Pilar y ella lo sabía muy bien, pues sentía lo mismo.
Para el miércoles 8 de diciembre en las fiestas en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción, Pilar se acerca un poco más a la religión que daba una nueva cara de Dios, un “rostro femenino”, ella se sentía renovada, “virgen” y libre de seguir al hombre que quería en la búsqueda de sus sueños. Ese día él conversó con la Gran Madre a escondidas de Pilar. Noches anteriores, después de que sus corazones se compenetraron, el éxtasis los aborda y hacen el amor, con aquel deseo a manifestar su pasión cuerpo a cuerpo.
Estar al lado de él y sentir su respiración bastaba para que Pilar se sintiera realizada, aquella mañana él decide retornar a Zaragoza, retomar su vida empezar desde cero ya no le importaba dar más conferencias y le confiesa, en el Monasterio de Piedra, que su amor por ella le hizo devolver el don que la Gran Madre le había dado, ésto hace que Pilar decida abandonarlo, huir y relatar esta historia.
A orillas del río Piedra, Pilar se sentó y lloró, se sentía culpable y mal, quiso ahogar en el río todos los momentos que había pasado con él, lo que había vivido junto a él, el amor de su vida. Lloró y lloró pero no podía olvidar, deseaba morir pero el destino le tenía preparado otro rumbo, que sólo leyendo el libro, encarnándose en la historia, conociendo con más detalle, podrán descubrir el camino que tomaron sus vidas
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